martes, 30 de octubre de 2012

Rendir examen

Cuando se acerca la fecha de llevar a la peque al pediatra siempre me agarra bastante ansiedad... empiezo a hacerme el orden mental de las cosas que le tengo que preguntar... y las que tengo que responder... ésas son las peores.

Empiezo yo: "Cuánta leche debe tomar? porque no está tomando mucho que digamos..."; "es normal que tire toooodo al piso?"; "esos granitos que le salen en la espalda, es por el calor?", "OFF o Citronela?", etc. etc. etc. Hasta ahí, todo bien. La nena, habla, camina, está vacunada, seguramente subió de peso y aumentó unos centímetros.

Hermosa ilustración de Sarai Llamas
Sigue ÉL: "Duerme toda la noche?" ... yo miro para abajo y lo dejo al P de la C que se haga cargo de la pesadísima carga de decir la verdad. Y la verdad es que sí, pero el pequeñísimo detalle es dónde duerme. Porque toda la noche tira si duerme en el medio, como todas las noches.
Si va a la cuna, aguanta hasta las 3 máx y se pasa y se queda.

Y ahí viene el discurso de los límites, de que hay que dejarlos llorar, de que si fuera por ella volvería al útero, etc. etc. etc. Es un gran, gran fracaso de madre y, al mismo tiempo, un capricho que se hace más y más profundo a medida que me critican...

Siempre salgo con la misma sensación... desaprobé. El jueves vamos. el viernes les cuento cómo me fue. Deséenme suerte.

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