jueves, 6 de diciembre de 2012

Algo huele mal

Hoy, justo, mientras venía toda aplastada en el tren que me trae a la oficina pensaba en el post que podía escribir. Iba a ser medio bajón, algo sobre lo que me aburro en el laburo, sobre lo rehén que me siento de mi sueldo, sobre viajar en Buenos Aires y comprar comida fea y cara en el centro todos los días, sobre que sólo escribo los días de semana cuando me aburro y porque no puedo sentarme a la compu en mi casa, los fines de semana, cuando tengo a una nena colgada de la teta o haciéndome caricias en las rodillas mientras cocino-ordeno-pongo el lavarropas- etc.
Iba a rondar un poco en las últimas peleas con el P de la C, que nos tratamos medio mal, con desgano, sin paciencia, que me cansa que deje las cosas tiradas, que tire la basura en los tachos equivocados, que me pregunte dónde está todo, pero todo, en la casa (cuando digo todo es hasta "la leche dónde está?" y dónde te crees que puede estar???? la buscaste en la heladera, por ejemplo, antes de preguntar???? obvio que no, antes pregunta, después busca), que me deje la responsabilidad de las decisiones con respecto a la crianza de M y, entonces, después, no se mete ni ayuda porque es como que es "mi tema". Que me gustaría que la pequeña M no estuviera tan pegada a mí y pudiera estar tranquila y sin llorar con él un rato aunque sea, digo, así, por ejemplo, puedo ir al baño y no la escucho llorando atrás de la puerta.
Iba a decir también, que estoy conociendo cada vez más gente que se va a vivir fuera de la ciudad... que no son ni ricos ni famosos y que tienen más hijos que yo y quizá menos herramientas y pueden y lo hacen y se animan. Y me siento un poco cobarde y burguesa.
Iba a decir algo cortito sobre mi cumple, en 2 días, 38. Y yo creo que son 40, me siento más cerca de esa década, en fin.
Iba a escribir todo esto pero... una nube de no sé qué azotó la ciudad, me dejó encerrada en el microcentro, me llaman del jardín que van a evacuar a los niños por precaución, no puedo ir a buscar a Mati porque no llegan los transportes a mi oficina. mi jefe dice que no es tóxico (les dije que es abogado? pero parece biólogo molecular...) y que nos quedemos en las oficinas, con este olor horrible que me hace picar la lengua y el bagre... porque, a pesar de todo, tengo hambre.
lindo buenos aires...

4 comentarios:

  1. Mi novio padece el mismo mal de los objetos ocultos, argumenta que si no pregunta, ¿dónde está?, no logra visualizar el objeto, aunque lo tenga frente a su nariz. Yo le dije que no pienso responder a la pregunta, ¿dónde está?, que busque en el lugar sin contar conmigo para la tremenda tarea, en esa empresa de buscar fósforos y leche no cuenta con Noe.

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    1. Muy bueno Noe! el síndrome de los objetos ocultos es terrible!

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  2. Creo que es algo del género masculino. Ante la pregunta "dónde esta....?", yo uso la pregunta "¿dónde buscaste?". Con el tiempo fue aprendiendo a buscar al menos en una parte antes de preguntar.

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    1. el p de la c dice eso, que es una cuestión de género. me gusta tu repregunta. yo estaba usando "me estás cargando?" pero creo que no lleva a buen puerto. También usé "hacé memoria" pero igual... creo que la tuya es mejor onda y quizá, tenga mejores resultados...

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