viernes, 4 de enero de 2013

Último día de trabajo y ese pip que no se va

2 am. piiiip. 2.20 am. piiiip y así... cada 20 segundos. Despierto al P de la C y le ordeno ir a ver qué onda. si era un juguete de Mati o el fucking horno eléctrico que todavía no pudimos domar. Era eso nomás, el puto horno. Vuelve derrotado y me entrega el paquete a mí. Me levanto prendo, apago, leo el manual, toco todos los botones, escucho a lo lejos otro piip 5 segundos antes que el nuestro. "complot de hornos eléctricos del edificio", pienso. Sigo tocando los botones, nada. Me creo el comisario Montalbano de Camillieri y pienso que algo debe de tener una lógica, que por algo suena, que es una aviso, que... nada. nada. nada. Vuelvo derrotada y Mati ya estaba ocupando mi parte de la cama. "si la muevo, se despierta y toma teta", pienso. "mejor la dejo ahí" sigo mi razonamiento. me acuesto en la diagonal que me dejaron los cuerpos que habitan mi cama, de costado y me pongo un almohadon en la cabeza. Sigue el piiiip pero más lejos. horror. no puedo dormir. pero no tengo más recursos para saber qué carajo le pasa al horno. Despierto al P de la C. le cuento lo que pasa, parece como que me escucha y se vuelve a dormir roncando.
6 am. el P de la C se despierta y me dice "hay un piiiip que lanza el horno y no puedo prender las hornallas"... ME ESTAS CARGANDO????? qué te dije toda la noche????? no escuchó nada.

Elena es lo más
Mal humor total. Tuve que llevar todo lo que pensaba dejarle a Elena para que le cocine a Mati a lo de mi suegra, explicarle, dejarle a la nena, irme con el número del servicio técnico bajo el brazo a trabajar, mi último día, recibir una llamada más que incómoda que no viene al caso, y llamar a Elena para decirle de la existencia del piiiip. Esta segunda llamada fue genial. "Hola Elena, viste ese piiip que se escucha?" empecé yo, didáctica, "Sí, qué molesto!" (obvio, Elena primero, se queja) "Ya lo arreglé". QUE??????????? "Cómo?" respondí paciente. "Corté la luz y la volví a prender" ELEMENTAL MI QUERIDO WATSON!!! Y VOS TE HACÍAS LA INVESTIGADORA, UNIVERSITARIA PEDORRA! "Ah! qué bueno, gracias", bronca contenida.
y así termina el cuento.
no doy más.
y no es que me voy de vacaciones sino que no vengo a trabajar que no es lo mismo. No me quejo, es mucho mejor no trabajar que trabajar, pero no me vengan con que tengo vacaciones.

3 comentarios:

  1. Era cuestión de reiniciar el horno nomás, aplausos para Estela!
    (ayer me comí la última galletita de limón, todavía no pude volver a armar el cubito)

    ResponderEliminar
  2. Yeahhhh !! Bueno celebro que haya gente como Elena a nuestro alrededor que nos muestran que las cosas a veces son más simples de lo que parecen.
    Por otro lado lamento que fuera mi horno el que sonaba y gracias por cuidar la salud mental de nuestro gato y por seguir propagando el "método Elena".

    ResponderEliminar