jueves, 15 de agosto de 2013

Cuernos

Desde hace unos meses siento que el P de la C me mete los cuernos con una serie. Una serie de TV quiero aclarar, no una serie de rubias o morochas o vaya a saber uno qué color se pueden hacer hoy en día...

Obviamente, las madres lo saben bien, no es lo mismo la pasión después de la maternidad.... digamos que la energía está en la niña y las horas de sueño son preciadas y contadas, sumado a que muchas veces (para qué mentir) todas las veces, la criatura duerme en la cama matrimonial, los momentos de encuentro son pocos, digamos, casi nulos o con taaaaantos recaudos (que si se despierta y aparece, que si Elena llega temprano -a veces sucede!! Elena llega temprano!!;)- que si hace frío, calor, etc...) que el disfrute es difícil.

Ya van a venir con todas las recetas que a las demás parejas le van bárbaro pero nosotros no lo logramos: NO duerme en su cama
NO se queda a dormir en ningún otro lado que en nuestra cama
NO se queda una tarde con alguien sin llamarnos 25 veces por teléfono
y así,
así que ahórrense consejos que no van a ningún lado. 

Cuestión que el P de la C encontró una nueva pasión, entretenimiento mejor dicho, secreto, medio clandestino, con esa adrenalina de lo prohibido como es mirar una serie en su computadora con los auriculares cuando Mati se va a dormir y yo caigo a su lado ídem. (Vale aclarar que yo la acuno a Mati hasta que se duerme, ella me retuerce las tetas, a veces me vomita lo que le sobró de la mamadera, casi siempre me mea porque se le pasa el pis y yo me desmayo -literal, porque pierdo noción de cuándo me dormí- a su lado).

Algunas veces que por esas casualidades me levanté para taparme o cambiarme y recuperar un poco de dignidad (léase: ponerme otro pijama viejo con remera de marido) y tengo la brillante idea de pasar por el living para ver por qué el P de la C, siendo las 10 de la noche (!!!! tardísimo para nuestra rutina!!!) no está aún en la cama, lo veo, a oscuras, en pijama, sentado en el sillón con el gato al lado, mirando una serie en la compu.

Lo mejor de todo es que él pega un salto -cual si estuviera viendo una porno, tuviera 12 y la que entrara fuera su madre- con una cara de sospechoso que, yo misma, tengo que chequear que no estuviera chateando con una mina o haciendo algo digno de su cara de culpa. Pero no. Lo máximo que descubrí son unos mensajes de texto que se manda con un amigo que, parece, sigue la misma serie, no tiene hijos, y le dice cosas tipo "no sabés lo que es la S02E05"...

Una tarde, un viernes, Mati en lo de la abuela, habíamos quedado en encontrarnos en casa, temprano del laburo los dos, a ver qué onda... yo llego más temprano de lo que le había comentado y... zas, de nuevo la escena de la compu, los auriculares, la cara de culpa. Lo encaré ahí mismo. Hasta ese día habían sido caras de culo y "no vas a venir a dormir?" o un "qué estás mirando en la compu" pero no mucho más. Ese viernes le dije que sabía todo, que me estaba metiendo los cuernos y punto, que no me lo negara.

Me dijo que a mi no me iba a gustar la serie, por eso no la compartía conmigo. WTF???? qué sabés??? le dije. "Es muy violenta", me contestó. "Bueno, veamos otra cosa juntos". "Vos te dormís y no querés seguir el orden de los episodios", me acusó sin más.

Horrible. Tengo que salvar mi matrimonio. Urgente. O me banco Braking Bad o como corno se llame o me busco otra serie que podamos ver juntos y no me duermo. Estoy en el horno.

viernes, 2 de agosto de 2013

Paréntesis

Hace casi dos meses que no escribo. Mi último post fue sobre el destete. Un psicólogo por favor.
Pero aquí volvemos. También, reconozco, pasaron otras cosas importantes en este tiempo... aunque el destete y su forma de asimilarlo, esquivarlo, etc. es lo más destacado y lo que sigue en ese paréntesis pero que no se cierra.

Nos fuimos de viaje al casamiento de mi hermana menor. La pasamos genial nosotros 3. Aclaro esto porque viajamos muchos miembros de la familia, no todos la pasaron tan bien y no la pasamos tampoco bien entre nosotros 3 y los demás miembros... muy largo de explicar pero así son las familias.

Quizá, y como dije en la primera línea (necesito un psicólogo), leo todo en clave "destete". Quizá por eso puedo hacer la diferencia de "nosotros 3" a todos los demás. Ojo, no es que no me importe un pito nadie más que mi hija y mi marido, pero sí que el destete mío ya se realizó y se cerró el paréntesis.

La vuelta vino pegada a las vacaciones escolares de invierno. El famoso fixture de "a quién le encajo la criatura". Por suerte hay muchas manos y algunos recursos que ayudan siempre. También, en esas semanas aproveché para coser, para perfeccionar mis puntadas y animarme a hacer cosas nuevas.

Mati sigue sin tomar leche de mi teta. Esa sería la exactitud de su destete. No chupa la teta para sacar leche, toma mamadera y leche de fórmula antes de dormir. Pero mis tetas aún son su objeto más preciado... reconoce que son mías, pero les habla, las acaricia, se las mete en el ojo (sí, le gusta peinarlas con sus pestañas) y, sobre todo, las extrañas... "qué lindas tus tetas, mami, cómo las extrañaba" es lo que me dice todos los días cuando nos volvemos a encontrar después del jardín/laburo. Y se refriega un rato si la dejo por lo que han quedado de sus amadas tetas llenas de leche.

Claramente esto no es un destete. Pero no sé cómo, aún, cortar esta demostración tan genunina de amor. No importa si hay alguien en casa, ella siempre les rinde tributo al llegar yo.